Corredor de bienes raíces
Un corredor de bienes raíces es un especialista que se dedica a las transacciones de alquiler, compra o venta de todo tipo de bienes inmuebles residenciales y comerciales. A los empleados de este perfil también se les suele llamar intermediarios, corredores y agentes/consultores//gerentes de bienes raíces.
¿Quién puede trabajar como agente inmobiliario?
En la mayoría de los países, puede prestar servicios de intermediación en el campo de las transacciones inmobiliarias solo una persona que posea un certificado, una autorización oficial para participar en actividades inmobiliarias. Las personas jurídicas pueden tener las mismas facultades (empresas de corretaje, agencias inmobiliarias), si previamente se les ha emitido un certificado de actividad inmobiliaria.
Para obtener un certificado, los ciudadanos deben presentar un diploma estatal en la profesión de abogado o economista o completar con éxito un examen de calificación. Sin embargo, las particularidades de la legislación de los algunos países por los que se establecen normas para las transacciones inmobiliarias están diseñados de tal manera que permiten brindar servicios inmobiliarios a personas sin una formación específica. En estos países, incluso las personas con antecedentes penales pueden convertirse en agentes inmobiliarios.
¿Qué hace este especialista?
Antes de cerrar la transacción, el agente inmobiliario realiza una amplia gama de trabajos: da consejos a los clientes, selecciona propiedades adecuadas para ellos, programa visitas, realiza presentaciones inmobiliarias, ayuda a verificar y completar los documentos necesarios. Para brindar estos servicios con éxito, el especialista debe tener buenos conocimientos de marketing, comprender las características de los préstamos hipotecarios y la valoración de la propiedad, estar informado no solo en cuanto a la vivienda, pero también en lo que a códigos de tierras y familia se refiere.
En general, los deberes de un agente de bienes raíces incluyen los siguientes servicios:
- recepción, recopilación y difusión de datos sobre la propiedad;
- interacción con el abogado o notario durante la conclusión de una transacción;
- asesoramiento de los clientes en todos los temas relacionados con los bienes raíces;
- comprobación de la legalidad de los documentos;
- selección de propiedades adecuadas para el cliente;
- asistencia en las negociaciones de transacciones inmobiliarias.
De turno, los agentes inmobiliarios se comunican mucho no solo con los clientes y los notarios, sino también con los desarrolladores, empleados bancarios y funcionarios. Para asegurar interacciones exitosa a todos los niveles, es importante que los especialistas sepan escuchar y expliquen de manera clara y convincente su postura, es decir, que sean vendedores y psicólogos en una sola persona.