Las personas extranjeras están obligadas a pagar el impuesto de transferencia de propiedad al comprar una vivienda. Para las zonas de arrendamiento (leasehold), es el 1,1% del precio de la propiedad; para las zonas francas (freehold), el 2%. De mutuo acuerdo, el comprador puede pagar la tasa impositiva en igualdad de condiciones con el vendedor. Si el apartamento se compra en un edificio en la etapa de desarrollo o puesta en marcha, se paga adicionalmente el impuesto de revisión.