Viviendas de elegante diseño situadas en la codiciada localidad de San Pedro del Pinatar, un encantador pueblo engalanado por el esplendor de la Región de Murcia en España, estos elegantes pisos atraen con su encanto. El atractivo de la ciudad se ve reforzado por sus playas bañadas por el sol, sus prístinas salinas y el rejuvenecedor abrazo de los baños de barro terapéutico. Su privilegiada proximidad al Mar Menor, una laguna cristalina de agua salada, ofrece a estas viviendas vistas panorámicas y un sinfín de actividades de ocio. El clima mediterráneo que envuelve a la ciudad la bendice con inviernos suaves y veranos soleados, convirtiéndola en un destino de deseo para muchos.
Situados en una posición envidiable, estos pisos en venta en San Pedro del Pinatar gozan de acceso inmediato a las comodidades esenciales. Un tranquilo paseo los conecta con el tejido de la vida cotidiana, mientras que la Playa de Villananitos llama a tan sólo 2,3 km de distancia. El ilustre centro comercial Dos Mares, un próspero centro de terapia comercial, se encuentra a 3,1 km, mientras que el puerto de San Pedro, que alberga lujosos cruceros, está a sólo 4,1 km. Para los amantes de los fairways, el verde abrazo del campo de golf Lo Romero, de 18 hoyos, les espera a 9,3 km. La puerta de entrada internacional, el aeropuerto de Murcia, se encuentra a 38 km de distancia, facilitando las conexiones globales sin problemas.
Dentro del enclave, una generosa piscina comunitaria brilla, invitando a momentos de descanso y recreación. Además, un aparcamiento subterráneo facilita la circulación de vehículos.
Al cruzar el umbral de estos paraísos contemporáneos, uno se encuentra con dos o tres amplios dormitorios dobles, adornados con armarios empotrados que reflejan un diseño bien pensado. Cada vivienda cuenta con dos cuartos de baño inmaculados, completos con duchas a ras de suelo, una de las cuales adorna el dormitorio principal como un refugio en suite. El corazón de la casa se despliega en forma de una amplia cocina y comedor de planta abierta, que fusiona a la perfección el arte culinario con las reuniones de convivencia. La sala de estar, que destaca por su cómoda distribución, está adornada con grandes ventanales de estilo francés que dejan entrar abundante luz natural e iluminan el espacio.