Imagínate la mañana – abres una ventana en tu dormitorio, sientes un olor fresco de hierba y los pájaros hacen de tiempo una palanca. El sol ilumina lentamente una parcela espaciosa en la que puedes crear tu propio huerto, lleno de manzanas y ciruelas. ¿O prefieres un huerto desde el que el verano recogerás tomates jugosos y pepinos crujientes? ¡Hay espacio para todo!